Tipología: Sanitario
Superficie: 2800 m2
Fases: Anteproyecto
Estado: Completado
Situación: Teramo (Italia)
Cliente: Ayuntamiento de Teramo
Equipo: Gaetano Nastasi, Sandro Catta, Stefano Tuveri, Gigi Berti, Vittorio Tramontin, Valeria Masala, Gianni Massa
El Hospital de la Comunidad (ODC) es un hospital de proximidad para un número máximo de 20 personas con patologías de baja gravedad. La Casa de la Comunidad (CDC) es el equivalente de un Centro de Atención Primaria español. El ODC y la CDC están pensados como dos volúmenes independientes pero en estrecho contacto entre sí para permitir el uso conjunto de los servicios que cada uno puede ofrecer. Cada volumen se caracteriza por una planta rectangular que facilita los diferentes flujos, contiene la dispersión del calor y favorece el control de la luz natural que llega a ser un importante elemento compositivo en el diseño arquitectónico del conjunto. En ambos edificios, los espacios de servicio sin aperturas al exterior se ubican en una franja central. Su disposición permite variar el ancho de los pasillos, generando espacios de espera intermedios. En el ODC, las habitaciones de los pacientes y todos los espacios de trabajo para el personal sanitario se ubican a lo largo de las fachadas. Los dormitorios están orientados al sureste, para aprovechar al máximo la iluminación natural, y los espacios de trabajo en el lado opuesto a noreste, para aprovechar los beneficios de la iluminación difusa, que permite las mejores condiciones para la lectura.
En el CDC, ambos lados están ocupados por oficinas y clínicas. Se ha respetado fielmente la organización en áreas funcionales, procurando que las subáreas de una misma función estén próximas entre sí, creando núcleos compactos. Desde el punto de vista compositivo, se han utilizado volumenes puros que, también por el uso de la cubierta a dos aguas, permiten recordar el ambiente doméstico. Así como el volumen, la planta también es de fácil lectura porque todo se desarolla a lo largo de los dos ejes de simetría. En el eje corto se encuentra el hall de entrada con los espacios de recepción y espera, enfatizado en la fachada por grandes ventanales que favorecen la iluminación natural. En el eje largo se encuentran los espacios de servicio y distribución que unen las distintas estancias. En los extremos se encuentran las salidas secundarias, también marcadas por una alta fachada estructural. Desde el punto de vista constructivo se ha utilizado una solución mixta en hormigón y madera, utilizando hormigón donde los materiales naturales no permiten respuestas eficaces a nivel estructural. De esta forma, se busca el mejor compromiso para garantizar tiempos rápidos y facilidad de ejecución (por el uso de un sistema de montaje en seco) y poder respetar los criterios DNSH. El uso de la madera es evidente también por su uso como revestimiento de fachada que permite que el edificio sea acogedor. Además favorece su inserción en un contexto con baja densidad de edificación donde, por lo tanto, el elemento natural es predominante. La madera es el único material que cuando se produce no genera aumento de CO2, sino todo lo contrario. A medida que los árboles crecen, absorben dióxido de carbono, sustrayéndolo de la atmósfera y fijándolo para siempre en el edificio con una proporción de 1,01 toneladas de dióxido de carbono por cada metro cúbico de madera. El aumento de CO2 también se reduce durante la fase de construcción. La ligereza del material, 5 veces menor que el hormigón armado con la misma resistencia, requiere un menor uso de energía en los traslados por carretera y manipulación en obra, por lo tanto menor uso de fuentes de energía no renovables que son la principal causa de la producción de CO2.